EJÉRCITO ZAPATISTA DE
LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.
25 de Junio del 2015.
A la Sexta nacional e internacional:
Como ya lo sabemos de por sí, los
malos gobiernos van combinando los fraudes con la violencia. No importa si son
de un partido o de otro, el Mandón siempre busca mantenerse arriba a costa de
los de abajo. Para él nada valen las denuncias, se hace como sordo, porque bien
que paga a los medios que se venden para que mejor le hablen bonito.
Antes fue Juan Sabines Guerrero,
ése que decían que era muy de izquierda partidista y hasta venían a recibirle
premios los partidistas progresistas, y el legítimo venía a gritar con mucha
gana que “¡Viva Juan Sabines!”. Ese Juan Sabines Guerrero arregló todo para que
quedara de gobierno el “rubio de categoría”, Manuel Velasco Coello, como los
dos son de las familias que se reparten, junto con otras, los cargos en
Chiapas. El Juan Sabines Guerrero robó, hizo fraudes y repartió violencias.
Ahora el Velasco hace lo mismo.
Si apenas hace unos días hizo un gran fraude para la votación, violando las
propias leyes de los de arriba, ahora está preparando que las siguientes
elecciones locales sean con sangre de los de abajo.
Como que los gobiernos de arriba
no están contentos con sólo mentir, también quieren reprimir, encarcelar y
asesinar.
Ahora están reprimiendo a los
maestros democráticos que lo único que están diciendo es que esa mentada
reforma educativa es una mentira. Porque es una reforma del patrón contra los
trabajadores. No es para mejorar la educación, es para empeorarla. Y quienes la
hacen ni siquiera saben cómo son las escuelas, ni saben cómo enseñar. Como al
gobierno no le gusta que se diga la verdad, pues miente. Pero como ya no se le
cree nada al gobierno, pues entonces reprime.
Cómo serán de sinvergüenzas que
el encargado de la Educación del gobierno es un asesino alcohólico que un día
dice una cosa y al otro día dice lo contrario. ¿Cómo va a hacer una reforma
educativa alguien que ni siquiera sabe hablar? Emilio Chuayffet se llama y es
de los asesinos de Acteal, es el que se echaba sus tragos para, ya borracho,
decir tonterías. Igual que antes, así es ahora.
No sólo en Chiapas, pero también
en Oaxaca, Guerrero y en otros estados, los malos gobiernos quieren tapar la
verdad con golpes, gases, tiros y amenazas.
Ya se ve claro que si sus
elecciones “democráticas” no tienen asesinados, golpeados y encarcelados, pues
no les gusta. Y todos los partidistas peleando por su huesito, y ni se acuerdan
de quién fue asesinado, se llamó Antonio Vivar Díaz y era maestro, ni de los
golpeados, ni los encarcelados.
Los gobiernos de arriba se
sostienen con engaños y represión.
Pero la sangre de los maestros no
le basta al Manuel Velasco en Chiapas. Quiere también beber la sangre indígena
de las comunidades.
A pesar de que ya se ha
denunciado por organizaciones de derechos humanos, el Velasco sigue animando a
sus paramilitares para que ataquen a las bases de apoyo zapatistas.
Así ocurre en el municipio de
Ocosingo, Chiapas, donde tres gobiernos se ponen de acuerdo para provocar:
Enrique Peña Nieto, Manuel Velasco y Octavio Albores. Estos gobiernos están
detrás de los paramilitares de Pojkol.
Mismo la comunidad de donde son
ya los desconoció a esos paramilitares, pero siguen atacando. Los mismos
indígenas partidistas dicen que ellos no controlan a esos paramilitares, que
reciben órdenes del presidente municipal de Ocosingo y del gobierno del estado
en Tuxtla Gutiérrez. De ahí reciben sus armas, equipos, vehículos y las órdenes
para atacar a bases de apoyo.
Esto acaba de pasar hace unas
horas: