miércoles, 18 de febrero de 2009

Manu Chao en Sonido Rebelde Querétaro

A la Libertad!  Pase lo que pase, sea lo que sea: Manu Chao

Sonido Rebelde Querétaro

Soñé otro mundo
tan lejos y tan cerca
soñé otro viaje
cuatro caminos
cinco destinos
soñé la risa
soñé la ilusión.
Soñé otro mundo
soñé menos joda
soñé una mañana
que al fin se podía
soñé de un amor
de noche y de día.
Soñé la fortuna
soñé la alegría
soñé de la luna
que no se rendía
y que a mi gato le decía
calavera no llora
serenata de amor
calavera no llora
no tiene corazón.
Soñé sin guerra
soñé sin temores
soñé sin vallas
soñé sin palizas
soñé una faena
que nunca se acaba
soñé una verbena
que siempre otra vez.
(Manu Chao. Otro Mundo)

Comprometido siempre, insistente en conocer la situación de la lucha social de los lugares que visita, Manu Chao es activista abiertamente solidario en sus conciertos o a través de sus canciones de protesta, esperanza, inconformidad. Llega a convertir en un mitin musical sus presentaciones también repletas de letras de alegría, tristeza y amor que abrazan a los presos políticos de Atenco y Oaxaca o apoyando la lucha del EZLN, la del pueblo cubano, de las comunidades en resistencia.

Manu Chao charla con Sonido Rebelde, programa de radio en Querétaro, adherente a la Sexta  Declaración zapatista, luego del concierto que con su intensidad llevó a la absoluta entrega de los asistentes que corearon canciones y consignas en la significativa fecha del 2 de octubre que no se olvida, comentando sobre lo simbólico de 1968 y la realidad del 2008.

“Entre todo ese tiempo el mundo ha rolado mucho, las realidades han cambiado mucho y desgraciadamente creo que a peor, pero lo que está pasando hoy en día es una situación que estamos frente a una pared, estamos todos tomados por la locura de este sistema que nos lleva a todos a un suicidio colectivo y, a partir de ahí, pues reflexionar eso que fueron los años de nuestros padres, lo que fue el 68, esas desgracias que hubo en México y esa represión terrible de la época que no esta tan lejos hoy en día. Hay que estar bien consientes que lo que pasó en el 68, desgraciadamente se podría reproducir hoy y ahí tendría que estar la sociedad bien alerta para que eso no ocurra, pero estamos en épocas bien difíciles”.

Rompiendo esquemas, Manu va más allá de una corriente musical sin decepcionar, nutriéndose de influencias y referencias del reggae, punk, son, rap, ska, rock o lo que va encontrando en el camino. Reivindica un mestizaje que rolando el mundo permite también  vivir en las diversas geografías la decadencia del sistema, la lucha alternativa y su criminalización.

 “A todos niveles, en todos los lugares del mundo que voy la situación está cada día desgraciadamente más en crisis y estamos, yo creo que evidentemente, viendo el final de un sistema que es totalmente insostenible, que es el sistema capitalista. Poco a poco apenas nos damos cuenta y hace tiempo que ya era bastante evidente. Nunca habrá que olvidar que de los primeros, por ejemplo nosotros a Europa, los primeros que nos mandaron ese mensaje y que nos explicaron lo que iba a pasar hoy en día, hace ya bastantes años, para nosotros fueron los zapatistas. Quien me abrió realmente los ojos sobre los problemas de la globalización y todo eso fueron mensajes que me llegaban de Chiapas, aunque yo estaba la época en París o ya rolando por Europa. Y estamos llegando a ese punto, creo que crítico, de fin de un sistema, porque el sistema capitalista es hoy en día claramente para todos insostenible”.

Cada día me miro
en un mundo al revés
cada día me veo
en un mundo tan fiero
cada día es un día
y un volver a nacer
cada día una suerte
pa’ saber alcanzar
cada día yo grito
a la luna mi celo
Cada día es absurdo
como un pozo al caer
cada día me río
para no despreciar
la muerte es un regreso
que tendrá que esperar
porque yo voy pal’ frente

de este mundo demente
Y cada día yo lucho
para no decaer
cada día me espanto
de tanto rebuscar
cada día rabiando
saltando en la sartén
con mi zapato ardiendo
en busca libertad
cada día me veo
en un mundo al revés
cada día me veo
en un mundo tan feo
cada día me espanto
porque si no me muero
cada día me olvido
en un mundo al revés.

(Manu Chao. Mundo Revés)

Músico del mundo que pone atención y gusta de rolar por América Latina, retoma en su canto las injusticias y luchas de resistencia con las que se compromete y difunde cotidianamente, convirtiéndose en puente interoceánico que logra se voltee la mirada también hasta el Sahara.

 “Hay más y más gente que está abriendo los ojos, esa es la esperanza y estamos en una carrera contra el tiempo. La gente tiene que abrir los ojos pero rápido porque yo siempre lo veo como la carrera entre dos coches: Un coche que está por ahora adelante, que es la locura del sistema y que nos lleva a un suicidio colectivo. Y el segundo, que llamaría el coche del instinto de conservación de la raza humana y ese coche tenemos que ser millones, unirnos y buscar nuevas maneras de vivir juntos. Yo, de este último año, es una realidad bastante diferente pero que es una gente que me llegó realmente al alma a nivel de su manera de luchar y de su perseverancia, es el encuentro que tuve este año con el pueblo Saharaui en lucha por recuperar sus tierras, en el occidente del Sahara, que están actualmente en campos de refugiados, en el sur de Argelia, en el desierto. Son doscientas mil personas que están repartidas en cuatro campos”.

“Estuvimos hace cuatro meses tocando ahí y fue muy fuerte la lección que me dieron, más que todo de perseverancia en la lucha, son treinta años ya que están en el desierto. Siguen totalmente aún convencidos de porqué están ahí, convencidos desde el abuelo hasta el niño de lo que quieren y no flojean y no han puesto rodilla a tierra nunca. Fue una lección para mí extraordinaria de perseverancia porque creo que la perseverancia es una palabra clave”.

También el pueblo cubano, su dignidad y solidaridad, es otro ejemplo de lucha y perseverancia.

“Nada más que estando con los saharauis nunca hay que olvidar que el pueblo cubano los ayudo mucho a ellos y lo que más me sorprendió de mi viaje al sur del Sahara, en los campamentos de refugiados, me sorprendió el alto nivel de educación de los niños, mucho más alto que en Marruecos o que en Argelia, o que en algunos barrios de Francia, de España… o de México. Eso se debe a que hay toda una generación de saharauis que han estudiado en Cuba y que son actualmente los profesores de la juventud en el Sahara. No lo digo sólo yo, viajé a los campamentos con un amigo mío que es profesor de niños pequeños en Argelia y él también estaba totalmente sorprendido por el alto nivel de educación que tienen los niños ahí, pese a los problemas que hay, pese a que están en medio del desierto, que no es fácil educar a sus niños en tales condiciones”.

A contracorriente de un sistema que todo lo convierte en producto, en mercancías, incluidas las personas mismas, y de puristas que celan de su popularidad y distribución musical, va haciendo su propio camino, no tiene casa de disco, “lo hago todo solito”. Para eso de llegar a la gente el mundo ha cambiado mucho, aprovechando muchas redes de distribución diferentes, mil posibilidades, “no siento ninguna presión”.

En el desarrollo del recorrido de la Otra Campaña por el México de abajo, se dibujó desde la visión de los pueblos indios, la metáfora de la explotación, el despojo, la explotación y el desprecio como las cuatro ruedas de la carreta capitalista.

“Esa imagen está bien clara. Yo iría más lejos, creo que el peor enemigo del capitalismo es el propio capitalismo. Es prácticamente canibalismo y pase lo que pase de un momento a otro se va a derrocar por sí mismo, es totalmente insostenible. La crisis actual, de bolsa y todo eso, estamos viendo que a momento dado el peor enemigo del capitalismo es el propio capitalismo. ¿Y ahora qué a nivel global? No tengo respuesta. El mundo es muy grande y lo veo difícil que cualquier movimiento llegue a encontrar la solución para cualquier lugar del mundo. Se intentó mil veces en la historia de la humanidad pero siempre fueron fracasos”.

“Yo creo que hay que seguir trabajando a nivel del huerto, cada uno a nivel de su comunidad, de su barrio, de su familia. Yo no creo en una gran revolución que va a cambiar todo sino miles de revoluciones a nivel del barrio, de la comunidad y eso es mi esperanza. Lo veo muy difícil que salga de ahí un gran líder o un gran movimiento que lo cambie todo a nivel mundial, más bien creo en miles de revoluciones a nivel de la comunidad porque son revoluciones sostenibles. Un gran líder mundial... no hay nada más fácil de corromper que un gran líder”.

Ubicado con conciencia en un mundo de enorme injusticia y mucha corrupción, el entorno influye evidentemente en lo que escribe, siendo el momento de descargar la rabia cuando algo no le gusta que necesita de esa catarsis para hacer una canción. Cuando algo choca, cuando se dice que esa injusticia no tendría que existir en el mundo, se considera con suerte de “poder canalizar esa rabia en algo positivo, en una canción”. A donde su labor creativa lo lleva, los cinco continentes, encuentra la rabia, la dignidad y la creciente rebeldía que en la actual etapa sea quizá la última oportunidad de recuperar al mundo.

“Estoy totalmente en fase -con la Sexta Declaración de la Selva Lacandona- ahí los zapatistas me ayudaron mucho en mi reflexión y es un ejemplo súper importante para mucha gente a nivel del mundo entero. Lo que están haciendo, la valentía que tienen, ¿porqué no la podemos hacer aquí y allá? Son esas semillas que hay que difundir”.

Para concluir esta plática con Sonido Rebelde de Radio UAQ, sea lo que sea a su manera, Manu Chao canta, “pa’ vosotros todos que están escuchando os mando toda mi fuerza, toda mi energía”, la rola Libertad:

Por ti, trasnocho y madrugo
por ti, yo me acuesto tarde
¡Oh libertad! ¡Divina libertad!
quiero salir, y no me abren la puerta
Cuando tu te vas
te llevas mi sangre
corriendo detrás

Vivir sin ti, es vivir muriendo
vivir así no lo recomiendo
y así que así yo sigo insistiendo
vivir sin ti, es morir queriendo

Mis ojeras son tus noches
tus traiciones mis razones
tu solera mi manera

de darme a la borrachera
¡Oh libertad! ¡Divina libertad!
quiero salir, y no me abren la puerta.

(Manu Chao. Libertad)

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