ELLOS Y NOSOTROS.
VI.- Las Miradas 4.
4.- Mirar y
comunicar.
Les voy a contar
algo muy secreto, pero no lo vayan a andar divulgando... o sí, ahí lo vean.
En los primeros días
de nuestro alzamiento, después del cese al fuego, había mucha bulla sobre el ezetaelene. Estaba, por supuesto, toda la parafernalia
mediática que la derecha suele levantar para imponer silencios y sangre. Algunos de los argumentos que se usaron
entonces son los mismos que los de ahora, lo que demuestra lo poco moderna que
es la derecha y lo anquilosado de su pensamiento. Pero ése no es el tema de ahora, como tampoco
lo es el de la prensa.
Pero bueno, ahora les
cuento que en ese entonces se empezó a decir que la del EZLN era la primera
guerrilla del siglo XXI (sí, nosotros que usábamos todavía la coa para sembrar
la tierra, que de la yunta de bueyes -sin agraviar- sabíamos de habladas, y que
el tractor sólo lo conocíamos en fotografías); que el supmarcos era el guerrillero cibernético que, desde la selva
lacandona, lanzaba al ciberespacio las proclamas zapatistas que darían la
vuelta al mundo; y que contaba con comunicación satelital para coordinar las
acciones subversivas que se realizaban en todo el mundo.
Sí, eso se decía,
pero... compas, todavía en vísperas del alzamiento, el "poderío
cibernético zapatista" que teníamos era una computadora de ésas que usaban
los discos flexibles grandotes y tenía un sistema operativo DOS versión menos
uno punto uno. Aprendimos a usarla con
un tutorial de ésos de antes, no sé si todavía existen, que te iban diciendo
qué tecla debías oprimir y se escuchaba una voz que decía, con acento
madrileño, "¡Muy bien!"; y
si te equivocabas te decía "¡Muy mal,
idiota, vuelve a intentarlo!".
Además de para jugar pacman,
la usamos para la "Primera Declaración de la Selva Lacandona", que reprodujimos
en una de esas viejas impresoras de matriz de puntos, que hacía más ruido que
una ametralladora. El papel era de rollo
y se atoraba a cada rato, pero tenía papel carbón y lográbamos imprimir 2
tantos cada varias horas. Hicimos un
chingo de impresiones, creo que como 100. Se repartieron a los 5 grupos de
mando que, horas después, tomarían 7 cabeceras municipales del suroriental
estado mexicano de Chiapas. En San
Cristóbal de Las Casas, que fue la que me tocó tomar a mí, rendida la plaza a
nuestras fuerzas, fuimos pegando con masquinteip
(o como se diga) las 15 que nos tocaban.
Sí, ya sé que no sale la cuenta, que deberían haber sido 20, pero las 5 faltantes
a saber dónde quedaron.
Bueno, cuando nos
retiramos de San Cristóbal, la madrugada del día 2 de enero de 1994, la húmeda
niebla que cubría nuestro repliegue, despegó las proclamas de los fríos muros
de la soberbia ciudad colonial, y algunas quedaron botadas en las calles.
Años más tarde alguien me contó que manos
anónimas habían arrancado algunas y se guardaban celosamente.
Vinieron luego los
Diálogos de Catedral. Tenía yo entonces
una de esas computadoras portátiles y ligeras (pesaba 6 kilos sin la batería),
marca La Migaja, con 128 de ram, quiero decir 128 kilobytes de ram, disco duro de 10 megas, o sea que
podía almacenar t-o-d-o, y un procesador velocísimo que, la encendías, te ibas
a preparar un café, regresabas y todavía podías recalentar, 7 veces 7, el café antes
de poder empezar a escribir. Una chulada
de máquina. En la montaña, para hacerla
funcionar usábamos un inversor de corriente conectado a un acumulador de
auto. Después, nuestro departamento de
alta tecnología zapatista, diseñó un artefacto que hacía funcionar la computadora
con baterías "D", pero pesaba más que la compu y, sospecho, algo tuvo que ver con que la pc expirara con una
llamarada, eso sí muy llamativa, y una fumarola que ahuyentó a los mosquitos
durante 3 días seguidos. ¿El teléfono
satelital con el que el Sup se comunicaba con "el terrorismo internacional"?
Un walkie-talkie con alcance máximo de 400 metros en terreno plano (por ahí
deben andar todavía fotos del "guerrillero cibernético", ¡já!).
Así que ¿internet? En febrero de
1995, cuando el ejército federal nos perseguía (y no precisamente para una
entrevista), la pc portátil quedó botada en el primer arroyo que vadeamos, y
los comunicados de esa época se hicieron en una máquina de escribir mecánica
que nos prestó el comisariado ejidal de uno de los pueblos que nos protegieron.
Eso era el poderoso equipo
de alta tecnología que poseíamos entonces los "guerrilleros cibernéticos
del siglo XXI".
Lamento de veras si,
además de mi ya maltrecho ego, destruyo algunas ilusiones que luego se
crecieron por ahí, pero así fue, tal y como se los cuento ahora.
En fin, tiempo
después supimos que...
Un joven estudiante en
Texas, USA, tal vez un "nerd"
(como le dirían ustedes), hizo una página web y le puso sólo "ezln". Ésa fue la primera página web del ezln. Y este compa empezó a "subir" ahí
todos los comunicados y cartas que se hacían públicos en la prensa escrita. Gente de otras partes del mundo, que se
enteraba del alzamiento por fotos, imágenes video grabadas, o por notas
periodísticas, buscaba ahí lo que era nuestra palabra.
A ese compa nunca lo
conocimos. O tal vez sí.
Tal vez alguna vez
llegó a tierras zapatistas, como uno más.
Si llegó, nunca dijo: "soy el
que hizo la página del ezln".
Tampoco: "gracias a mí saben
de ustedes en muchas partes del mundo". Mucho menos "vengo a que me agradezcan y me hagan homenajes".
Pudo haberlo hecho,
y los agradecimientos siempre hubieran sido pocos, pero no lo hizo.
Y es que ustedes tal
vez no lo sepan, pero luego hay gente así.
Gente buena que hace las cosas sin pedir nada a cambio, sin cobrarlas, "sin
hacer bulla", como decimos nosotros, nosotras las zapatistas.
Ya luego el mundo
siguió dando vueltas. Llegaron compas
que sí le sabían a eso de la computación y luego se hicieron otras páginas y
estamos como estamos ahora. O sea con el
maldito servidor que no jala como debiera, manque le cantemos y bailemos
"la del moño colorado" a ritmo de
cumbia-corrido-ranchera-norteña-tropical-ska-rap-punk-rock-balada-popular.
También sin hacer
bulla, nosotros agradecimos a ese compa: que los dioses más primeros y/o lo
supremo en el que él crea o dude o descrea, lo bendigan.
No sabemos qué haya
sido de ese compa. Tal vez es un Anonymous. Tal vez sigue surfeando en la red, buscando
una causa noble a la cual apoyar. Tal
vez es despreciado por su apariencia, tal vez es diferente, tal vez lo ven mal
sus vecinos, sus compañeros de trabajo o estudio.
O tal vez es una
persona normal, una más de los millones que caminan el mundo sin que nadie les
lleve la cuenta, sin que nadie las mire.
Y tal vez él alcance
a leer esto que les cuento, y lea lo que ahora le escribimos:
"Compa, acá ahora hay escuelas donde antes sólo
crecía la ignorancia; hay alimento, poco pero digno, donde en las mesas sólo el
hambre era la invitada cotidiana; y hay alivio donde la única medicina para el
dolor era la muerte. No sé si lo
esperabas. Tal vez lo sabías. Tal vez viste algo de futuro en esas palabras
que relanzaste al ciberespacio. O tal
vez no, tal vez sólo lo hiciste porque sentías que era tu deber. Y el deber, nosotras, nosotros los zapatistas
lo sabemos bien, es la única esclavitud que se abraza por voluntad propia.
Nosotros, nosotras aprendimos. Y no me refiero a aprender la importancia de
la comunicación, o a saber los modos de las ciencias y las técnicas de la
informática. Por ejemplo, fuera de
Durito, ninguno de nosotros ha podido resolver el reto de hacer un comunicado twit.
Frente a los 140 caracteres, no sólo soy un inútil, tan cayendo y
recayendo en las comas, (los paréntesis), los puntos suspensivos... y se me va
la vida y me faltan caracteres. Creo que
es improbable que pueda hacerlo algún día.
Durito, por ejemplo, ha propuesto un comunicado que se ajusta al límite
del twit y que dice:
123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789
123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 123456789 1234567890
Pero el problema es que el código para descifrar
el mensaje ocupa el equivalente a los 7 tomos de la enciclopedia "Las
Diferencias", que la humanidad entera lleva escribiendo desde que inició
su pesaroso andar sobre la tierra, y cuya edición ha sido vetada por el Poder.
No. Lo que aprendimos es que hay gente allá
afuera, lejos o cerca, a quien no conocemos, quien tal vez no nos conozca, que
es compa. Y lo es no porque haya participado
en una marcha de apoyo, haya visitado una comunidad zapatista, lleve un
paliacate rojo al cuello, o haya firmado un desplegado, una hoja de afiliación,
un carnet de miembro, o como se diga.
Lo es porque las zapatistas, los zapatistas,
sabemos que así como muchos son los mundos que en el mundo habitan, también
muchas son las formas, los modos, los tiempos y los lugares para luchar contra
la bestia, sin pedir ni esperar nada a cambio.
Te mandamos un abrazo, compa, donde quiera
que estés. Estoy seguro que ya te puedes
responder la pregunta que uno, una se hace cuando empieza a andar: "¿valdrá
la pena?"
Tal vez luego te enteres de que en una
comunidad o en un cuartel, un cuarto de cómputo zapatista se llama "él", así, con minúsculas. Y tal vez te enteres luego que, si alguna de
las personas invitadas lo topó el cuarto, reparó en el letrero, y preguntó
quién era ese "él",
nosotros respondimos: "no sabemos, pero él sí sabe".
Vale.
Salud y, sí, valió la pena, creo.
Desde etcétera,
etcétera.
Nosotras, nosotros,
zapatistas del ezetaelene punto com punto org punto net o punto como se
diga."
-*-
Y todo esto viene al
caso, o cosa, según, porque ustedes tal vez se hayan dado cuenta de que le
confiamos mucho a los medios libres y/o libertarios, o como se diga, y a las
personas, grupos, colectivos, organizaciones que tienen sus propios modos para
comunicarse. Personas, grupos,
colectivos, organizaciones que tienen sus páginas electrónicas, sus blogs, o
como se diga, que le dan un espacio a nuestra palabra y, ahora, a las músicas e
imágenes que la acompañan. Y personas o
grupos que tal vez ni compu tienen,
pero aunque sea platicando, o con un volante, o un periódico mural, o rayando un
grafiti o un cuaderno o un transporte colectivo, o en una obra de teatro, un
video, una tarea escolar, una rola, una danza, un poema, un lienzo, un libro, una
carta, miran las letras que nuestro corazón colectivo dibuja.
Si no nos
pertenecen, si no son parte orgánica nuestra, si no les damos órdenes, si no
los mandamos, si son autónomos, independientes, libres (que quiere decir que se
mandan ell@s mism@s) o como se diga, ¿por qué lo hacen entonces?
Tal vez porque
piensan que la información es un derecho de tod@s, y que a cada quién le toca
la responsabilidad de qué hacer o deshacer con esa información. Tal vez porque son solidarios y tienen el
compromiso de apoyar así a quien también lucha, aunque con otros modos. Tal vez porque sienten el deber de hacerlo.
O tal vez por todo
eso y por más.
Ellas, ellos sabrán. Y seguramente lo tienen ahí escrito, en su
página, en su blog, en su declaración de principios, en su volante, en su
canción, en su pared, en su cuaderno, en su corazón.
Es decir, hablo de
quienes se comunican y con otros comunican lo que en nuestro corazón sienten,
es decir, escuchan. De quien nos mira y
se mira pensándonos y se hace puente y entonces descubre que esas palabras que
escribe, canta, repite, transforma, no son de los zapatistas, las zapatistas,
que nunca lo fueron, que son suyas de usted, y de todos y de nadie, y que son
parte de una partitura que a saber dónde está, y entonces usted descubre o
confirma que cuando nos mira mirándonos mirarl@, está tocando y hablando de
algo más grande para lo que todavía no hay abecedario, y que no está así
perteneciendo a un grupo, colectivo, organización, secta, religión, o como se
diga, sino que está entendiendo que el paso a la humanidad se llama ahora
"rebeldía".
Tal vez, antes de
dar el "click" a su decisión
que ponga en sus espacios nuestra palabra, se pregunten "¿valdrá la pena?". Tal vez se pregunten si no estarán
contribuyendo a que el marcos esté en una playa europea, disfrutando del amable
clima de estos calendarios en esas geografías.
Tal vez se pregunten si no estarán sirviendo a un invento de "la
bestia" para engañar y simular rebeldía.
Tal vez se respondan a sí mism@s que la respuesta a esa pregunta de
"¿valdrá la pena?" nos toca
responderla a nosotros, nosotras las zapatistas, y que al darle
"click" a la compu, al spray, al lapicero, a la guitarra, al cidi,
a la cámara, nos están comprometiendo a que nosotras, nosotros respondamos
"sí". Y entonces le dan el "click" al "upload" o "subir" o "cargar" o al acorde inicial o al primer paso-color-verso, o a como
se diga.
Y tal vez no lo
sepan, aunque creo que es evidente, pero nos hacen un "paro" como
luego dicen por ahí. Y no lo digo porque
nuestra página se "cae" a veces, como si estuviera en el slam y al lanzarse al vacío no hubiera
ninguna mano camarada que aliviara la caída que, si es en cemento, le seguirá
doliendo sin importar su calendario y geografía. Lo señalo porque del otro lado de nuestra
palabra hay muchos que no están de acuerdo y lo manifiestan; hay otro tanto
mayor que no están de acuerdo y ni se toman la molestia de decirlo; hay unos
pocos que sí están de acuerdo y lo manifiestan; hay otro tanto mayor a esos
pocos que sí están de acuerdo y no lo dicen; y hay una gran, inmensa mayoría,
que ni se entera. A estos últimos es a
quienes queremos hablar, es decir, mirar, es decir, escuchar.
-*-
Compas,
gracias. Lo sabemos. Pero estamos seguros de que, aunque no lo
supiéramos, lo saben ustedes. Y de eso
precisamente, creemos nosotros, nosotras las zapatistas, es de lo que se trata
eso de cambiar el mundo.
(Continuará...)
Desde cualquier rincón en cualquier mundo.
SupMarcos.
Planeta Tierra.
Febrero del 2013.
P.D.- Sí, tal vez hay, en la carta a él, alguna pista para
la próxima contraseña.
P.D. QUE ACLARA INNECESARIAMENTE.- Tampoco tenemos cuenta de
twiter
ni facebook,
ni correo electrónico, ni número telefónico, ni apartado postal. Los que aparecen en la página electrónica son
de la página, y estos compas nos apoyan y nos mandan lo que reciben, así como
ellos mandan lo que enviamos. Por lo
demás, estamos en contra del copyright,
así que cualquiera puede tener su twiter, su facebook, o como se diga,
y usar nuestros nombres, aunque, claro, ni somos ni nos representan. Pero, según me han dicho, la mayoría de ell@s
aclaran que no son quienes se supone que son.
Y la verdad es que nos divierte imaginarnos la cantidad de insultos y
mentadas (que no son de menta), que han recibido y recibirán, originalmente
dirigidas al ezetaelene y/o a quien
esto escribe.
Escucha y ve los videos que acompañan este texto.
Desde el Japón, la canción y coreografía “Ya Basta”, de Pepe Hasegawa. Se supone que se presentó en la prefectura de Nagano, Japón, en el 2010. La verdad no sé qué mero dice la letra, sólo espero que no sean mentadas sin menta.
Desde Suecia, ska con el grupo Ska´n´ska, de Estocolmo. La rola se llama “Ya Basta” y forma parte de su disco “Gunshot Fanfare”.
Desde Sicilia, Italia, el grupo Skaramanzia con la rola “Para no olvidar”, parte del disco “La lucha sigue”.
1 comentario:
Un poco viejo pero vale la pena compartir por el esfuerzo de ser medio libre. (primeros 25 min)
http://www.youtube.com/watch?v=Dkx7yU-LwGc
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