Imágenes de Puentes Imposibles:
III
Una Carta.
Agosto
del 2024.
En realidad, la carta es muy breve. Llegó desde el Cauca, en la geografía
llamada Colombia, con una solicitud del pueblo originario hermano Nasa.
Creo fue a finales del 2022. Esperen… sí, llegó el 31 de octubre de
2022. Los hermanos Nasas pedían que se difundiera un artículo en la
página de Enlace Zapatista, o sea que se publicara ahí.
Yo leí el texto con atención, confronté los datos y pensé: “si se publica en la
página, nadie le va a hacer caso. Y creo que lo que les interesa no es
tener muchas “vistas”, sino que lo que ahí se dice lo lean y entiendan acá, en
las montañas del Sureste Mexicano. Entonces vamos a hacer algo mejor que
publicarlo en la página de Enlace Zapatista: lo voy a pasar a la dirección
política organizativa zapatista. Que sean ellas y ellos los que lo
valoren como lo que es: un puente imposible.” ¿Por qué “imposible”?
Ahora lo verán:
En esos días, las compañeras y compañeros jefes estaban ya discutiendo y
desmenuzando lo que un año después, sería conocido como “El Común”.
Las reuniones eran frecuentes, intensas y agotadoras. Lo sé porque me
asomé a varias de ellas y por lo que me iba platicando el Subcomandante
Insurgente Moisés.
Ya desde entonces se asomaba “El Común” en el horizonte, pero en ese momento
estaban en las preguntas “¿Qué somos?”, “¿Dónde estamos?”, “¿A dónde vamos?”
El impacto que la llamada “Gira por la Vida. Capítulo Europa” había tenido en
el zapatismo producía su efecto. Durante semanas, en las reuniones del
Comité y en las asambleas de las comunidades, las distintas delegaciones que
visitaron las variadas geografías de la Europa de abajo y a la izquierda,
informaron basándose en sus apuntes.
Con y por las delegaciones, el zapatismo había constatado la destrucción que la
“modernidad” y el “progreso” producen en los territorios “desarrollados”, la
mal llamada “civilización occidental” -que, paradójicamente, está al oriente
nuestro-. Y habían encontrado la semejanza con los diferentes en todos
los sentidos: la resistencia y la rebeldía frente a la Hidra, el sistema
capitalista. El todo y las partes.
En palabras del Subcomandante Insurgente Moisés, coordinador de ese capítulo de
la Gira por la Vida: “Está cabrón, tenemos que apurarnos”.
El balance era para preocupar:
El proceso acelerado de destrucción del tejido social en México;
los
fracasos evidentes de las izquierdas electorales (el “progresismo”) ya no
digamos en transformar las bases de un sistema criminal, también en
administrarlo así fuera en la medianía de la mediocridad (erigir la
“corrupción” como fuente y causa de todos los males, en lugar de verla como lo
que es: un efecto… y fracasar también en el combate a ella), la “toma del
Poder” – en realidad la llegada al gobierno por cualquier vía-, no era sino un
relevo en el puesto de capataz (presuntuoso, soberbio y autoritario con la
peonada, y dócil y humilde con el finquero);
las
protestas cada vez más fuertes y terribles por parte de la naturaleza frente a
las guerras de conquista del Capital;
el
avance coordinado del llamado Crimen Organizado y los megaproyectos;
la
migración y las poblaciones desplazadas (los países desarrollados asediados por
los efectos de las guerras y políticas de conquista en los llamados territorios
“periféricos”);
la
violencia cruel y sádica contra mujeres y otroas (la
agresión a lo diferente como nueva religión fanática);
la
niñez convertida en víctima propiciatoria (el sistema sacrificando el futuro de
la humanidad en el altar de la ganancia);
el
resurgimiento de las guerras con argumentos nacional-fascistas;
la
normalización de la catástrofe; el colapso pues;
todo
llevaba a una conclusión aterradora: lo que habíamos previsto y advertido
décadas antes (y que entonces fue objeto de burlas y desprecios), se estaba
cumpliendo.
El futuro de entonces es ya el presente.
Pero todo esto ya lo sabe usted. Que obre en consecuencia, pues ya es
otra cosa.
-*-
Pero volviendo a la carta del Cauca que pedía difusión del texto, le pasé el
escrito al Subcomandante Insurgente Moisés y le llamé la atención sobre una
parte.
El Subcomandante leyó el texto y la parte subrayada, levantó la mirada y me
preguntó: “¿Tú les contaste?”. “Claro que no”, les respondí, “no conozco
a esos hermanos”. El SubMoy: “Es que es como si hubieran estado en las
reuniones”.
Y es que, en reuniones de meses previos, el comité, la dirección
política-organizativa zapatista había estado discutiendo de los “ismos”.
La parte subrayada del texto dice:
En el camino aprendimos que la voz que enseña es Uma Kiwe, nuestra Madre
Tierra; ella indica el camino y las estrategias… aunque no han faltado quienes
quieran ponerse como asesores del proceso o dar la línea. Hubo un
momento, en 2016, en que el proceso decidió abrir sus puertas a otras luchas
para conversar y visibilizar. A partir de allí empezaron a llegar todos los
ismos, y todos quisieron poner su línea o evangelizar nuestro proceso con sus
contenidos teóricos.
Todos esos ismos, ecologismo, anarquismo, marxismo, feminismo, maoísmo,
institucionalismo, desarrollismo son todos construcción y legado de Occidente,
y aunque en los territorios se van tejiendo con los saberes autóctonos, llevan
el sello de la racionalidad occidental. Todos los ismos han sido muy valiosos
en apoyo y juntanza con este proceso; algunas personas se han mostrado
respetuosas; otras, colonialistas. En su momento fue necesario decir: «todos
los ismos son bienvenidos, pero aquí somos y vamos a seguir siendo indígenas
nasas». La liberación de la Madre Tierra va más allá de los cañaduzales. El
saber nasa, que viene de Uma Kiwe, es el sustento de esta lucha, y si tenemos
contradicciones es precisamente por esa batalla que se da en el corazón entre
nuestro ser nasa y la imposición occidental capitalista.
Frente a la falsa disyuntiva entre la institución o la revolución, los pueblos
proponen rutas alternativas para habitar este presente; las coordenadas del
debate desbordan un esquema cartesiano, y nos muestran, con sus formas de
habitar y organizarse en la minga, la asamblea, la celebración, las tulpas y
rituales, otros modos de vida posibles. Cuando nos preguntan: «¿Rebelión?
¿Revolución? ¿Reforma? [decimos que] lo nuestro es el wët wët fxi’zenxi»
-*-
En las reuniones de meses anteriores, los comités habían estado recapitulando
su historia y, en ella, el paso de todos los “ismos” habidos y por haber, dando
órdenes. Ninguno aportó nada que valiera la pena. Y claro, también
que hubo y habrá gente que sólo vino a sacar lo que podía. Y se fue
cuando ya no pudo sacar más. No eran “ismos”, sólo eran, y son, unos
sinvergüenzas. Y unas (no olvidar la paridad de género).
Vale.
Salud y acá, además de lodo y dignidad, lo que hay es un “ismo” muy otro:
zapatismo.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El
Capitán.
Agosto
del 2024.
P.D.-
El texto completo se puede consultar en https://www.ecologiapolitica.info/63-andrea-fajardo-camacho/
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