Sonata para violín en sol menor: DINERO.
“… la más bella de las artimañas del diablo es persuadiros de que
no existe!”
Charles Baudelaire en «Le joueur généreux».
Charles Baudelaire en «Le joueur généreux».
I.- EL OCTAVO PASAJERO.
En ninguna parte, y en todas. Un tren adormecido se
arrulla con su propio ronroneo. No viene ni va a ninguna parte. O no importa. A
bordo, una población de grises, vivos de tan muertos, se adormece. En el último
vagón, 7 pasajeros solitarios, miserables sus vidas y sus ropas, se aburren y
desesperan en sus asientos.
Uno dice: “daría lo que fuera por cambiar mi suerte”. La frase es
una especie de idioma universal y los 6 restantes asienten en silencio. El
largo y maltrecho tren entra entonces en un túnel, que mata los grises y
agranda las sombras. La puerta se abre e ingresa un octavo pasajero, con su
vestimenta gritando “no soy de aquí”, y se sienta sin decir palabra. El túnel
alarga la oscuridad.
Algo como un
trueno, una rama seca quebrada sin que una tormenta la venza. Unos ojos
llameantes aparecen en la oscuridad. Habla la mirada de fuego: “Creo que no necesito presentarme. Cada uno de ustedes me ha
invocado con o sin palabras, y a su llamado respondo. Su alma por un deseo.
Pongan el precio”.
Uno elige la
salud, no enfermarse nunca. Satán responde: “concedido”,
recoge el alma del saludable y la pone en su saquillo.
Otro opta
por la sabiduría, conocerlo todo. El diablo musita: “concedido”, toma el alma del sabio y la coloca en su
bolsa.
El tercero
escoge la belleza, ser admirado. El rey del averno dice: “concedido”. Y el alma del hermoso se acomoda en la
alforja.
El cuarto
prefiere el Poder, mandar y ser obedecido. Lucifer suspira: “concedido”. Y el alma del jefe es una más en su
chaqueta.
El quinto
señala: “los placeres”, despertar la pasión con la sola voluntad. El demonio
sonríe complacido: “concedido”. Y el
alma de hedonista se une a las demás en el oscuro gabán.
El sexto se
yergue y elige la fama, ser reconocido y aclamado por todos. Satanás no hace
ningún gesto cuando declara: “concedido”.
Y el alma del famoso es una más entre las otras prisioneras.
El séptimo
casi canta cuando dice: “el amor”. El Maligno suelta una carcajada mientras
deletrea “c-o-n-c-e-d-i-d-o”. y el alma del amante queda al
fondo del saco.
El ángel caído mira impaciente al octavo pasajero
que nada dice y sólo garabatea en una libreta.
Luzbel
endulza la voz cuando pregunta: “¿Y
cuál es tu deseo? Cualquiera te será otorgado a cambio sólo de tu alma pasajera”.
El octavo
pasajero se pone de pie y suelta en un murmullo: “Soy
Dinero, compro las 7 almas de los infelices que en ti creyeron, y te compro a
ti, para que me sirvas y obedezcas”.
Y “el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y
Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Ap 12, 9), sonrió taimado
y sentenció, antes de meterse él mismo en la bolsa de las almas vendidas:
“Sea pues, señor Dinero. Pero en tu esencia misma está tu
perdición y tu bonanza hoy, será desgracia mañana”.
Dinero tomó la bolsa y salió él del último vagón y
el tren del túnel.
Detrás de ellos la oscuridad se alargó hasta
conquistar al día…
-*-
II.- LA CRISIS Y LAS
RESPONSABILIDADES.
“Cuando haya una crisis, compra barato y espera a que pase para
vender caro.
Si no hay una crisis, provócala con una guerra. Para salir de la crisis, haz otra guerra. La guerra, como no dijo Clausewitz, es la autopista para entrar y salir de las crisis por otros medios –incluyendo los nucleares-.”
Don Durito de La Lacandona. Escarabajo y Doctor en Economía Selvática.
Si no hay una crisis, provócala con una guerra. Para salir de la crisis, haz otra guerra. La guerra, como no dijo Clausewitz, es la autopista para entrar y salir de las crisis por otros medios –incluyendo los nucleares-.”
Don Durito de La Lacandona. Escarabajo y Doctor en Economía Selvática.
Si la mayor de las artimañas del diablo es
persuadir de que no existe, uno de los cimientos del sistema capitalista es
convencer de que el dinero todo lo puede. Y el dinero es el amo y señor de los
gobiernos. En el dinero basan su proyecto de pasar a la historia como grandes
transformadores. Pero…
Bueno, yo iba a tratar de explicarle que se viene
una crisis económica mundial, pero, además de que no sé mucho de economía
política, parece que la realidad lo está haciendo y lo hará con mejores
argumentos y de forma más pedagógica. Aún así, hay que tomar en cuenta que
falta lo que falta.
Y, también, hay que señalar que lo que viene no es
su culpa de este gobierno, ni de los pasados. Lo que se conoce como gobierno
mexicano, tiene como única responsabilidad, el creer y hacer creer que tienen
alguna forma ya no digamos de detenerla, tampoco de paliarla.
Las “malas decisiones”, que un sector de la derecha
des-ilustrada, achaca al gobierno de la 4T (la cantaleta de la cancelación del
aeropuerto en Texcoco, es la constante), no tienen nada que ver con lo que se
viene. La consigna subyacente de ese fragmento de la derecha realmente
existente, que se siente despechado y engañado, sería: “estaríamos mejor sin
López Obrador”, y suena, además de poco original, falsa.
Cualquiera
que hubiera quedado (Meade, Anaya, el Bronco o Miss Xerox) se hubiera tenido
que enfrentar a ese “entorno mundial adverso” (así dicen los Think Tanks del gran capital) y salir derrotado y
buscando culpables. Y todos hubieran hecho y estarían haciendo lo que hace el
gobierno actual: mentir y maquillar.
Claro, hablo desde y de los pueblos originarios.
Aunque estoy seguro que otros sectores podrán decir si se han visto
beneficiados, o no, con la política económica del supremo. Por no hablar de su
política social y el renegado fracaso del combate a la delincuencia.
Es necesario entender que el desagrado que se
manifiesta en ese tramo de la derecha, es ampliamente compensado por el sector
restante (que es el mayoritario). Por no hablar ya del gran capital, que está
más que encantado y satisfecho con las medidas que abonarán el estallido y
escalada de la crisis que viene.
Imagino que esto les molestará más que si señalamos
que son lo mismo, pero, el balance hasta ahora, es que hubiera dado lo mismo
que quedara uno u otro u otra:
Hubieran iniciado festejándose a sí mismos;
hubieran declarado solemnemente que un nuevo ciclo de esperanza, trabajo y
bonanza iniciaba para el territorio que se encuentra al sur del Río Bravo y al
occidente de Guatemala y Belice: hubieran repartido las mismas limosnas aunque
con otro nombre; se habrían desdicho de no pocas cosas que hubieran prometido
en campaña; hubieran achacado al rencor y la envidia, las críticas que se les
hicieran; hubieran hecho llamados a la unidad y al patrioterismo, se hubieran
postrado igual ante los designios, bravatas e insultos del capataz que, en el
norte revuelto y brutal, babea; y habrían adjudicado sus errores al “entorno
internacional adverso”.
Todos, como
el actual supremo, basarían su plan de gobierno en el dinero. Sus discrepancias
están en que el supremo piensa que con lo del ficticio “combate a la
corrupción”, basta y sobra hasta para colgarse medallas de otros, otras, otroas. “Pero la 4T no roba”, alegarán. Pero aún
ahí, para todos esos amantes de los matices, hay niveles, como leerá usted más
adelante, en otro texto… si es que llega a publicarse.
Voy a señalar algunos hechos sobre lo que no son
posibles esos “matices” que se señalan. Hechos que demandan una posición clara.
No recurro a las redes y sus “fake news”, ni a las columnas pro y contra (a
cual más de lamentable) en prensa; tampoco a la prensa tildada de “fifí” (tuve
que eliminar como fuente al semanario Proceso al que, de un eructo del supremo,
se le borró toda una historia de labor e investigación periodística difícil de
igualar por otro medio). Así que me he circunscrito a las declaraciones y
hechos reportados en las páginas electrónicas gubernamentales (mañaneras y
templetes incluidos), y a lo reportado en la prensa “que sí apoya”.
Además,
claro, de la investigación “in situ”, en el terreno en el que nos movemos: el
Chiapas rural. Usted puede desconfiar, y con razón, de lo que a esa parte se
refiere. Puede ser que todo no sea sino un invento para sabotear al supremo.
Dude, sí. Y si quiere salir de dudas puede recurrir a dos cosas: investigar si
lo que decimos es cierto o esperar a lo que va a pasar. La desventaja de la
primera opción es que el periodismo que investigue la veracidad o falsedad de
lo que leerá a continuación, pasará a las filas de los conservadores (aunque
“matice” y no refleje la realidad brutal de lo que acá pasa). La segunda, es
esperar a que el tiempo nos dé la razón o nos desmienta; pues, mire, aquí entre
nosotros, nosotras, nosotroas,
la verdad es que “tiempo” es una de las cosas que no tienen allá arriba. Pero,
en fin, siéntase usted en la libertad de desconfiar de la realidad de acá,
¿pero desconfiar de la realidad que usted vive y padece, no le parece suicida?
Hechos:
.- El tono festivo del supremo en sus reuniones con
los representantes del poder económico de México y del Mundo. Y el tono
irritado e intolerante cuando recibe reclamos o demandas de la gente común,
sobre todo cuando es gente del campo. Ok, matice… pero la realidad le va a
contradecir a diario. En el caso de los señores del dinero, es un cortejo que
raya en lo obsceno, y que no se traduce en el respaldo real que se busca con
ello. En el caso de los comunes, se entiende que el supremo “no paga para que
le peguen”.
.- La imposición de las filias y fobias propias de
un tirano. Mire, yo lo entiendo, cada quien tiene sus querencias y sus
des-querencias, ni hablar, pero nada da derecho, a nadie, de imponérselas a la
demás gente. Y cuando el supremo dice que tal y cual son unos tales por cuales,
pues eso sí calienta, como él suele decir, y, como lo ha demostrado el
legislativo y el asesinato de Samir Flores, el deseo de agradar al supremo
llega a crímenes y desfiguros. Sólo los tiranos buscan réplicas en sus
gobernados, y así le va a esa nación.
.- El trato
a migrantes. Mire, lo puede ver donde quiera y puede usted decirse para sí: “¡Horror!, ¿en qué país pasan esas cosas?” y pasa
aquí, en este país que se llama “República Mexicana”. Y lo que sale en los
medios “que sí apoyan”, no es ni una fracción de la pesadilla que se les ha
impuesto a centroamericanos en la frontera sur. Sí, también a africanos,
caribeños, asiáticos… y mexicanos. Dígame, ¿cómo se distingue una persona
chiapaneca de una guatemalteca, hondureña o salvadoreña? ¿En que no tienen
papeles? Vamos, pregunte usted en el INEGI o en el INE, cuántos mexicanos no
tienen papeles en el sureste mexicano. ¿Que canten el himno nacional? Los
agentes de migración no se lo saben y, al parecer, el supremo tampoco, por eso
se pone de tapete del Trump. El otro que se quiere colar a la grande en 2024,
el Marcelo Ebrard, dice que se está aplicando la ley, pero ninguna ley dice que
“todas las personas que sean bajas de estatura, sean de tez oscura,
no hablen español o lo hablen con acento, serán detenidas y demandadas de
presentar documentos que acrediten su ciudadanía mexicana; las detenciones
podrán ser realizadas por elementos militares, policíacos (incluidos agentes de
tránsito) o de migración y no requerirán de traductor, defensoría de derechos
humanos, o cualquier obstáculo que le impida al supremo cumplir con la cuota de
detenciones comprometida con el amigo Donald Trump”. Ok, no le crea
a la televisión mala, cheque la prensa “comprometida con la causa de la 4T”.
¿Ya? Ok, ahora trate de “matizar” esa pesadilla.
.- El modo y el tono servil y rastrero frente al
gobierno norteamericano. De esto ya se hablará luego, pero, disculpe, no
recuerdo a un gobierno federal que se haya portado, públicamente, tan indigno
con un gobierno extranjero. ¿El supremo tiene el aval de una consulta a mano
alzada en un lugar donde repartió apoyos? Bueno, si ése es su argumento para
“matizar”, suerte.
.- La derrota del laicismo. Desde que el Salinas
malo, Carlos Salinas de Gortari, en acuerdo con el alto clero católico, abrió
las puertas para que la religión diera sus primeros pasos en asuntos de Estado,
pasando por el hacerse pato de Zedillo, las genuflexiones de Vicente Fox, el
mocho de Felipe Calderón y el uso mediático de Peña Nieto, la militancia religiosa
del supremo actual es indefendible. Y es algo que, lo que queda de Nación,
habrá de pagar muy caro… y no a los plazos cómodos de las tiendas Elektra.
.- El impulso y aceleración de los megaproyectos y
la destrucción de territorios de los originarios. El argumento de que son obras
ya avanzadas, no valió para Texcoco. El señalamiento y descalificación, por
parte del supremo, de la oposición a la termoeléctrica en Morelos le costó la
vida a nuestro compañero Samir Flores Soberanes. En términos de las páginas
“rojas” o “policíacas” de la prensa eso se llama “poner a la víctima”. No
importa qué digan y cómo quieran justificarse, cargarán con su muerte. Vaya
pues, matice: el supremo no jaló el gatillo. Sí, Trump tampoco.
.- El
aliento al individualismo y la confrontación con la comunidad. Con el argumento
del “combate a la corrupción” se pretende que la entrega de apoyos (dinero,
pues) a individuos es más efectiva. En primera, si es que hay corrupción en
organizaciones campesinas, no gubernamentales, etc., se deben señalar quiénes,
cuánto, dónde. La omisión es complicidad (si no, pregúntenle a la Robles). Si
no tienen empacho en acusar desde el templete a medios y periodistas “porque mi
pecho no es bodega”, entonces deben decir claramente, por ejemplo, “la dirección de la CIOAC –tienen que aclarar cuál de todas las
CIOAC´s, la de asesinos o las otras-, se está transando tanto de paga. Ya, se
acabó, que se queden con lo transado y borrón y cuenta nueva”; o “en la guardería tal que se ubica en tal lado, se están comiendo
los cornflakes y bebiendo las Lalas que eran para los escuincles”;
o “en la guardería tal reciben niños y niñas producto del pecado de
la carne y la concupiscencia, y el Señor dijo que no yacerás sin firmar un
pacto de no agresión y frialdad sensata (“matrimonio”, creo
que le dicen)”.
Ahora que en el caso del campo, el problema no es
sólo que se individualice la entrega. Ok, si los miembros del gabinete del
campo, y asesores que lo acompañan, no tienen imaginación y sólo pueden optar
entre la entrega a organizaciones gestoras o al individuo, se entiende, por
algo están en el gobierno. Pero ¡elegir a un banco como vehículo de las
bendiciones de la 4T!. Porque la “forma” que eligieron tiene como beneficiario
directo al “coyote” o intermediario: Banco Azteca, del Grupo Elektra, en el
caso del programa “Sembrando Vida”.
Las declaraciones del supremo son que se dan
$5,000.00 (-cinco mil pesos m/n) a los campesinos que le entran a ese programa.
Falso. Al campesino se le entregan máximo $4,500.00 (y en algunos casos sólo $
4,000.00).
La razón, se dice, de que sólo se le entreguen $4,500
es que los otros $500 se van a un fondo de ahorro. El destino de ese fondo de
ahorro es incierto. A los beneficiarios les dicen que son “para los viejitos”;
o que son para luego comercializar la madera y las frutas. Veamos: el cedro y
la caoba, tardan unos 30 años en ser “comerciables”, es decir, que vale la pena
cortarlos y venderlos, pero el sexenio acaba dentro de 5 años. Si no me falla
la aritmética, se necesitan 4 sexenios más para que, lo que se sembrará el año
entrante (ahora están en la etapa de viveros), pueda ser comerciable. Se supone
que durante los próximos 29 años, los beneficiarios recibirán cuatro mil
quinientos pesos mensuales. Así que, o se asegura que el Bolsonaro-Macri-Moreno
que ya acecha para relevar la administración de la tormenta, se comprometerá a
mantener ese programa; o se trata de un programa transexenal que compromete el
apoyo campesino a un partido político.
El asunto es que, en este movimiento de dineros, el
banco retiene 500 pesos (y en algunos casos, mil pesos con el mismo argumento
de que el campesino debe ahorrar) por cada “sembrador de vida”. La encargada
por el supremo para eso, habla de hasta 230 mil “beneficiarios”. Eso serían 115
millones de pesos mensuales que tiene ese banco a su disposición.
Usted puede acudir a su economista de cabecera y preguntarle qué es lo que los
bancos hacen con los ahorros de los cuentahabientes.
Ahora bien, en algunas sucursales de esa
“desinteresada” y “filantrópica” institución que es Banco Azteca, se les dice a
los campesinos que sólo les entregarán $4000, “para que aprendan a ahorrar”. Si
dado fuera que todos los beneficiarios tienen el instinto de ahorrar (tan
apreciado en la cultura del dinero), entonces serían 230 millones de pesos al
mes, por 12 meses por 5 años a partir de octubre del presente. Pero digamos que
no, y sólo son 115 millones al mes (mil 380 millones de pesos al año, 6,900
millones de pesos en lo que queda del sexenio que no es sexenio). Si al termino
del sexenio y en las elecciones presidenciales y legislativas del 2024, dios no
lo permita, no queda el mismo supremo o un equivalente del partido oficial, el
“beneficiario” se convertirá en “perjudicado”: tendrá 2 hectáreas y media
inútiles porque ya no tendrá la paga para remediar el haber perdido sus
animales (se debe usar potrero), o su milpa (si se siembran los árboles en
acahuales de “recambio”).
Además, el supremo (con la bendición de sus
asesores “matizados”) está realizando una nueva “reforma agraria”, apalancado
en la iniciada por Salinas el malo (CSG). La condición, en una comunidad
ejidal, para que se otorgue el “Sembrando Lata”, es que los “derecheros” (los
ejidatarios con derechos agrarios) le cedan a los “solicitantes” dos hectáreas
de las que son su derecho. Esto quiere decir que la “nueva” reforma agraria 4T
consiste en quitarle tierra a los que menos tienen, y “repartirla”. Por
supuesto, además de que eso ha permitido una nueva forma de corrupción, se han
dividido las comunidades partidistas hasta llegar a las familias, confrontando
a los hijos (“solicitantes”) con los padres (“derecheros”), peleas que escalan
hasta las amenazas de muerte.
En Los Altos
de Chiapas, donde lo que hay son parajes y no se miden hectáreas sino “tareas”,
la situación sería cómica si no fuera trágica. El campesino en esa situación, usa
un mismo pedazo de tierra (“tarea”) para sembrar maíz, luego ahí el frijol,
luego la verdura. Además de que casi nadie completa las 2 hectáreas, si
siembran lo que la ideota del
supremo pretende, su pequeño pedazo de tierra estará imposibilitado para subsistir
durante 20 o 30 años. Claro, lo que importa es el dinero que mensualmente
recibe ese campesino.
Hay más historias que, seguramente, usted no va a
creer porque tiene mejores datos. Por ahora sólo le diré: la ecuación que
señala “tanto dinero = tantas hectáreas sembradas” es una mentira. Los
partidistas simulan la preparación del terreno, o “prestan” hectáreas cuando
llega el delegado del supremo, o se “mochan” con el encargado: “tú pon ahí que
sí estoy haciendo el vivero y que tengo las 2 hectáreas, yo te paso un tanto de
los 4 mil 500”.
Y, aún así, cientos de comunidades rechazan el
programa porque, dicen, textual, “no vamos a trabajar de peones del gobierno.
La tierra es nuestra y no del finquero hecho gobierno”. Pero, bueno, es seguro
que el supremo tiene otros datos y nosotros sólo estamos en una pequeña porción
de un pequeño estado de la república, así que sigamos el dinero:
Según la
página electrónica del Grupo Elektra, cada tienda cuenta con una sucursal de
Banco Azteca. Es decir, el campesino va al banco a recoger su limosna que no es
limosna. Ahí mismo lo atiende una persona con una playera con el logotipo del
banco y del gobierno de la 4T. Como debe de ser, la persona le recomienda al
campesino el ahorro y los seguros: “Uno
nunca sabe lo que puede ocurrir. Por ejemplo, que le roben la motocicleta…
¡¿Cómo?! ¿No tiene motocicleta? No se preocupe, tiene usted suerte, siempre he
dicho que la gente con suerte a veces no se da cuenta de lo que tiene. Mire,
aquí tenemos esta poderosa máquina de 125 centímetros cúbicos, marca Italika (filial
del Grupo Elektra), que usted puede llevarse ya. Sí, ahorita mismo. Y sólo por
ser usted, le voy a regalar el casco. ¿Es usted soltero? ¿Sí? Se me hace raro,
porque alguien tan apuesto como usted… Bueno, mire, en esta moto cabe muy bien
otra persona. Ya verá usted que todas las muchachas van a querer que las lleve
a pasear. Mire, es mejor comprar en paquete, ¿me entiende? Así se evita usted
vueltas. Entonces, yo le recomiendo que de una vez abra su cuenta aquí en el
banco, agarre el seguro que le ofrecen (es obligatorio para
abrir una cuenta), compre la moto a plazos y de una vez asegurada, por si se la
roban o se descompone. Así usted va a regresar a su pueblo en moto y con todo y
casco”,
Todo esto es
real. Un compa zapatista acompañó a su cuñado partidista y pudo constatar todo
lo que refiero. Claro, los nombres se han omitido para proteger la impunidad…
perdón, la presunción de inocencia del supremo gobierno. ¿Y la moto? Bueno, eso
ya no sabemos, porque el compa se tuvo que regresar en transporte público, su
cuñado se gastó lo que le sobraba del abono de la moto y los seguros, en latas
de cerveza. No cabían los dos. O las latas de cerveza o el compa. Ganaron las
latas. El compa zapatista regresó bravo: “qué
soltero ni que nada, si está casado con mi hermanita y ya van para el cuarto
chamaco, ah pero deje que se entere mi hermanita, ahí sí va a necesitar el
seguro mi cuñado”.
Los principales accionistas del Grupo Elektra son:
Hugo Salinas Price, Esther Pliego de Salinas, y Ricardo B. Salinas Pliego (los
dos primeros son los padres del tercero).
El señor Hugo Salinas Pliego fue un evasor de
impuestos confeso, rompehuelgas confeso y patrocinador confeso de iniciativas
ultra derechistas (como el MURO, brazo paramilitar de El Yunque), según el
libro de su autoría “Mis años en Elektra” (editorial Diana, 2000).
En él se
puede leer: “Tristemente cuando hay mejores condiciones de vida es cuando el
pueblo tiene tiempo y recursos para pensar en participar en disturbios, urdidos
por vivales. Cuando las cosas se ponen muy difíciles, al pueblo le importa más
conservar lo que tiene que armar borlotes.”
Este Grupo Elektra es el que ha sido elegido por el
supremo para manejar las tarjetas de la “política social” del gobierno de la
4T. Para más, se puede consultar el artículo al respecto de Álvaro Delgado,
aparecido en la revista Proceso, edición 2208, del 24 de febrero del 2019.
¡Ups! Había dicho que no iba a referirme a ese semanario hereje y demoniaco.
Ok, pero puede hacer como yo, consiga el libro, créame que da escalofríos
leerlo. O hable con Álvaro Delgado… pero cuide que el supremo no se entere.
-*-
Se está gestando una crisis compleja. Lo que en los
bunkers del gran capital se llama “una tormenta perfecta”. El navío que
llamamos “planeta tierra” está prácticamente desmantelado y se mantiene a flote
gracias a lo mismo que lo devasta. Este estúpido círculo mortal de destruir
para reconstruir lo destruido, se esconde detrás de las evidencias falsas que
se han colado en el sentido común. La creencia fundamental en el poder
individual, nacida desde que la historia reescribió el andar del ser humano, ha
construido el mito del individuo capaz de todo.
El “pero” que se oculta detrás del mito de la
individualidad, es que exime al sistema de su responsabilidad mortal. Seres
humanos, civilizaciones, idiomas, culturas, artes, ciencias perecen digeridos
en el estómago de la máquina. Pero la responsabilidad sistémica se traslada al
individuo. Es el individuo o individua quien es la víctima y el verdugo. La
mujer asesinada es la responsable de los golpes que recibe, de la violación que
sufre, de su desaparición, de su muerte. Es una criminal por haber sido víctima
de un crimen, y es criminal por protestar contra ese crimen. Igual para la
niñez, la ancianidad, la diferencia de género, cultura, lengua, color, raza.
Pero no nos
haga caso, y mejor consulte con su economista de cabecera (si el mentado
trabaja en el gobierno, asegúrele que todo será “off the record”): tal vez él
le dirá que la economía política es una ciencia, responde a leyes, a causas y
efectos, no depende de voluntarismos, berrinches, o chillidos desde el púlpito.
La economía política no atiende a las encuestas, no mira las mañaneras. La
economía política señala: si se dan tales y tales condiciones (causas),
entonces se va a producir tal fenómeno (efecto). Después de que usted se aburra
con números y fórmulas, pregúntele: ¿viene una crisis? Si ve que el economista
saca un paraguas –aunque estén bajo techo- y se disculpa –el economista, claro-
con un “no había blindados”, entonces usted tiene varias opciones: o declara
solemnemente que es una fake
news, que la mafia del poder, que los Illuminati, que economista conservador, etc.; o le
pregunta dónde compró su paraguas y si hay de color lila (cada quien su modo);
o abraza la religión más a la mano:
O le pregunta si hay solución, salida, o remedio.
El economista le responderá con un montón de
fórmulas y cifras. Usted espera pacientemente a que termine y, en lugar de
decirle que no entendió nada, le pide cuál es la respuesta en resumen, el
economista tal vez le responda “está muy difícil, se necesitaría que… (nuevo
derroche de fórmulas y cifras)”.
O tal vez simplemente le diga: “no, no en este
sistema”.
(continuará… ¿eh?… ¿ya no?… pero si apenas estaba
entrando en calor como quien dice… ¿de plano no?… oh, pues, bueno… entonces ya
sólo unos apuntes del gato-perro y ya… sale)
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El SupGaleano colando unas frases del gato-perro.
México, agosto del 2019.
Del cuaderno de apuntes del
Gato-Perro:
.- El problema con el dinero es que… se acaba.
.- Cuando lo diferente se encuentra con lo igualmente
diferente pero distinto, lo diferente le abraza y festeja. Lo diferente no
busca un espejo, sino algo más complejo, y más humano: respeto.
.- La naturaleza es una pared elástica que
multiplica la velocidad de las piedras que le arrojamos. La muerte no regresa
en la misma proporción, sino potenciada. Hay una guerra entre el sistema y la
naturaleza. Esa confrontación no admite matices ni cobardías. O se está con el
sistema o con la naturaleza. O con la muerte, o con la vida.
Miau-Guau.
El Gato-Perro, cambiando de táctica, pone ojos
lánguidos a una luna que ni en cuenta, la muy maldita.
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